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| Irven entrenando en al Videna |
Quizás en las alejadas tierras de Huánuco, quizás en alguno de sus cumpleaños, Irven comenzó su relación con el balón. Irven Beybe Ávila Acero, nacido en Huánuco un 2 de julio de 1990, es quizás el único jugador que ha sobrevivido a esa gran selección juvenil bautizada como ´los jotitas´. De un temperamento fuerte, rudo en la cancha, perseverante y sobre todo entregado en cada pelota, se ha creado un lugar propio en el Sport Huancayo.
Su 1,68 metros de estatura no lo respalda cuando piden alguna información sobre él, más aún al saber que recién tiene 20 años y que juega en un equipo del interior del país. Pero basta con verlo entrar para que llame la atención de cualquier espectador. Su valentía y garra, su juego rudo y fuerte y sobre todo, su compañerismo y solidaridad, han permitido que Irven sea tomado en cuenta por Sergio Markarián.
No era titular en la selección sub-17, ese privilegio era de Reimond Manco. Pero siempre que se le pedía ingresar anotaba, pero nunca estuvo bajo los flashes de las cámaras. Hoy, a puertas de su cumplir 21 años, Irven ha tenido un comienzo prometedor con su equipo el Sport Huancayo, se ubican en la sexta posición y él es el mejor delantero del torneo con 8 goles, nada mal para un chico que recién tiene 20 años.
Sus buenas actuaciones llamaron la atención de Sergio Markarián y este lo convocó a la pre-lista de los 33 jugadores para la “Copa América Argentina 2011”.
Por lo pronto Irven sigue entrenando en la ´Videna´. Con esa garra que lo caracteriza y con ese pundonor que solo tienen algunos jugadores, Hoy más que nunca, Ávila vive el mejor momento de su carrera, más aún cuando se dice que ha llamado la atención del Sporting de Lisboa.
Esperemos que este gran proyecto de jugador tenga un lugar en la lista de los 23 que viajarán a Argentina para el inicio de la Copa que es el 1 de julio, un día antes de su cumpleaños número 21. Que gran regalo sería para el ´Cholito´ ser convocado para la “Copa América”, por todo lo entregado hasta el momento, se lo merece.
