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| Festejo de Paolo (El Comercio) |
"Se perdió la esperanza: se lesionó Jefferson Farfán, se lesionó Claudio Pizarro, nos quedamos sin ataque": me comentaba un amigo en el instituto donde estudio antes del partido contra Senegal. Hasta el propio Markarián ha manifestado su preocupación: "Si al inicio me resultaba complicado armar un equipo, imagínense como es ahora", clara alusión a la gran lista de lesionados.
La gran primera prueba -y última- de la selección de Markarián antes de viajar a Argentina es el partido contra Senegal. Los senegaleses llegan a Lima tras perder contra Colombia 2-0, el cuadro ´cafetero´ le metió un baile de aquellos a los africanos.
Markarián jugará el partido con un 3-5-2, depositando en Guerrero la esperanza del gol. El partido se desarrolló de forma trabada, con muchas piernas golpeándose entre sí. El medio campo parecía un campo minado de piernas africanas. Cada intento de buen juego entre Ramírez y Guevarra era destrozado por alguna arremetida desmesurada de algún africano.
El encuentro se desarrollo de esa manera, divagando entre el mar de piernas que era el medio campo. De esta forma terminó el primer tiempo, con claras posibilidades para ambos equipos. Al arranque del segundo tiempo llegó la más clara para el equipo peruano. El ´´Kaiser´ Zambrano, logró impactar de cabeza un centro, el cual terminó impactando en el poste derecho del arco. Perú tuvo la primera. La esperanza algún se mantenía
Luego, en algún momento del partido, dos fuertes golpes a Zambrano primero y luego Ramírez, detuvieron el encuentro y armaron la gresca. Inteligentemente Paolo se dio vuelta y no le respondió el empujón a un senegalés que venía directo a buscar trifulca.
Ya en los caóticos minutos finales y con la esperanza de al menos haber conseguido un empate, apareció él. Él que tantas veces le ha dado alegrías a nuestra selección y a sus equipos. Él ´Joker´ como lo llamaban en el Bayern apareció una vez más para poner en la garganta de todos los peruanos ese hermoso grito de Gol. Guevarra controla el balón, inteligentemente ve a Paolo Guerrero. Guevara ahora retarda el balón, mientras gira. Guevarra ahora divisa a Guerrero que corre en paralelo, se abre una brecha entre dos jugadores jamaiquinos. Guevarra nuevamente, como si se tratase de algún personaje que tuviera ojos en la espalda, ve a Guerrero y logra lanzar el pase que dejó solo al nueve nacional.
El ´Depredador´ controla el balón a medias. Lo recibe con la pierna derecha y en un segundo -mientras trastabilla- ya lo tiene en la pierna izquierda, deja correr un poquito el balón. En el encuentro remató tantas veces a ese palo, el palo derecho del senegalés, ahora -a falta de un minuto para que termine el partido- tiene otra vez esa chance. Se perfila con la pierna izquierda y remata. Esta vez no falló, la pelota arremete contra la red y se disculpa por no haberla besado antes. Es el primero para la selección...La esperanza es lo último que se pierde. Y Paolo, sabiendo quizás que nadie confiaba en él, muestra su nuevo nombre: el ´9´. Como diciendo "yo soy la esperaza"; como diciendo que aquí todavía hay esperanza.
